Siempre
me han gustado las ventanas, por que me gusta la luminosidad, la
renovación, y estar en contacto..con el vetusto pino que me da las
buenos días cada mañana desde el otro lado, la luz que me anuncia
un nuevo día, el trinar de los pájaros, o el ladrido de mi perro
ante un visitante desconocido.
Me
conectan al mundo que me atrae y me interesa, del mismo modo que son
una barrera, entre ése otro cuya oquedad despierta mi indiferencia.
Si estuvieran siempre abiertas o cerradas, sin lugar a dudas dejarían
de gustarme.Andaba yo buscando nombre al blog y ninguno me cuadraba. Aburrida me quedé mirando la pantalla, y comprendí que el ventanuco que esperaba el bautismo era una ventana en toda regla; una ventana abierta al mundo, con todas la ventajas y desventaja que ello conlleva.
La mejor ventana para asomarme y compartir mis inquietudes, para conocer otras culturas y comprender comportamientos...Una ventana que bien usada, puede ofrecerte un mundo paralelo e igualmente maravilloso.
Y al mundo la dejé abierta, para que aires nuevos renovaran el ambiente, para que gente diferente y desconocida entrara y saliera a su antojo...sin pestillos ni cerrojos esta vez.
Lo de “.com” fue el toque de humor con el que suelo aderezar casi todo, y que en este caso concreto, reforzaba la idea que quería expresar.