El la quietud de la
noche
La danza de las
sombras me lleva por caminos infinitos, el silencio como único compañero,
mientras la noche despierta los recuerdos. El libro que
quedó dormido sobre la mesa me acompaña, y la nostalgia me trae su recuerdo.
Los años han pasado
junto a él a modo de suspiro, un suspiro suave, cálido, y fugaz. Apaga el
cigarrillo, y mientras el humo que asciende dibuja formas caprichosas en el
aire, mira su mano, y con la habilidad
que proporciona la rutina, deja que el pulgar juguetee con un anillo ya desdibujado.
Intenta recordar aquel grabado y mil escenas cotidianas acuden de inmediato;
una playa de agua clara en un verano aún más claro, los claros ojos que
observaban la inocencia de una niña, en su vano intento de atrapar la blanca
espuma. Otro niño le visita en esta hora de reflexiva calma, el de tez
sonrosada, ojos azules y áureo cabello que lleva dentro. Son las cuatro de la
madrugada y sigue sentado frente a un libro que no está leyendo; la noche es su
aliada, le presta el silencio que el día con su incesante ir y venir le
arrebata, le acoge con abrazo de madre, en su regazo vierte los sinsabores y
retoma fuerzas para encarar el nuevo día.
Y las noches se suceden, y un libro cerrado y polvoriento me
acompaña en todas ellas. Son las cuatro de la madrugada y aquí sigo, meciéndome
en las nubes, esperando que regreses para concluir el libro de la vida.
Espléndida noche llena de melancolía y recuerdos. Me han encantado todos esos detalles de los años pasados y la descripción con esa sensación triste y evocadora que respira el texto.
ResponderEliminarTyrma, como el título del relato es el mismo que el de los jueves de esta semana, imagino que deseas participar, aunque no se si sabes que debes de enviar un comentario a Neogeminis para que te incluya dentro del grupo de esta semana.
Encantado de pasar por aquí por primera vez.
Un abrazo
Agradecerte ante todo la visita y el comentario, y decirte que tus escritos me parecen muy buenos. Ciertamente el relato rezuma melancolía, pero en la vida hay momentos de todos los colores.
ResponderEliminarVerás, Encarni me puso en la lista del día 7 y creí que este jueves quedaba sin relato. Por casualidad lo vi y decidí hacerlo aunque no saliera de aquí. Quedan apenas unas horas y no quiero causaros molestias, y como soy nueva sólo tengo el correo de Encarni, pero agradezco tu interés José Vicente.
Un cordial saludo.
Me ha gustado tu relato, porque pude ver ese humo del cigarrillo, los recuerdos que vienen hacer perder la lectura del libro, y esa nostalgia casi triste que quiere salir para pelear a la vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sin ningún ánimo de presionarte, pero quiero que sepas que tu relato es bueno. Nunca es molestia que cualquiera que desee participar lo haga si lo desea. Hoy jueves y hasta incluso mañana viernes puedes adherirte. Simplemente deja tu URL (copia esta dirección tuya donde está el relato) y ponselo como comentario aquí a Neogéminis.
ResponderEliminarSiempre serás bienvenida.
Si esta semana no te apetece espero que para sucesivas si que lo hagas, me agradará verte por los jueves.
Un abrazo
Has captado perfectamente la idea, Ceci. El humo del cigarrillo se fuma la vida, y la voluntad lucha por seguir.
EliminarGracias por la visita.
Un saludo.
Era mucho mejor antes de retocarlo, José Vicente...tal vez demasiado personal para iniciarme en un colectivo.
EliminarHe seguido tu consejo enviando la URL.
Os leía de vez en cuando, desde fuera parecías un grupo ya constituido y cerrado, me equivoqué y lo celebro. Me seguirás leyendo...unas veces mejor y otras no tanto
Gracias por todo.
Un abrazo.
Me alegra que te hayas decidido a sumarte...y como verás, no es tarde!...en esto de las puntualidades los jueveros somos sumamente flexibles! jejejee
ResponderEliminarSobre tu relato, me queda la sensación que el protagonista de tu relato va posponiendo noche a noche sus intenciones -aparentemente de lectura- para, en cambio dejarse atrapar por las redes de la nostalgia y el recuerdo. Habría que decirle que vaya con cuidado, porque a veces uno termina atrapado entre esas redes y no puede salir.
Muy buen relato.
Un abrazo juevero.
Bueno, ya ves que he necesitado un empujoncito, pero me alegro de que vuestra flexibilidad lo haya permitido.
ResponderEliminarCuando la vida se te escapa entre las manos, el ser humano reacciona de formas muy distintas. Nosotros leíamos y reíamos, supongo que para ocultar el miedo, y entre párrafo y párrafo, disfrutábamos en silencio del presente.
Mi agradecimiento juevero.
Una noche de bella y sosegada nostalgia, Tyrma. Un libro de la vida aún por concluir.
ResponderEliminarUn enorme abrazo y bienvenida.
Noche llena de recuerdos, de momentos pasados, de nostalgia, de melancolía. Un libro abierto que no apetece leer, la evanescencia del humo de un cigarrillo, noche en la que parece que sólamente cabe la posibilidad de dejar pasar el tiempo, sin reaccionar, sólamente dejarse ir. Hermoso y triste relato lleno de bellas imágenes.
ResponderEliminarBienvenida Tyrma a esta reunión de buenos amigos que siempre está abierta a nuevas incorporaciones. Espero verte más por aquí.
Un abrazo.
a las buenas casi noches ...
ResponderEliminarhe comenzado a leer este texto ya como unas 5 veces. no exagero...pero es que en teniendo un día de los mil demonios, y en tratando de concentrarme, como que no ha habido amanera de recomenzar la lectura de los textos y este en particular, pues es por que iba a comenzar...
así que sí, que la noche a veces es ese revulsivo que nos hace falta para reconcentrarnos...a mí me ha reconcentrado la proximidad de la noche y ...
a modo de curiosidad...me he concentrado-calmado precisamente con este texto, bello,por cierto, pausado, sereno, sereno como los recuerdos que expresa el tipo...por cierto, ese mover o acariciarse el anillo, MECÁNICAMENTE, aunque sea ...no, aunque no, precisamente por ser mecániamente, demuestra el amor que hubo...no sé, es un gesto primoroso, henchido de inconsciencia y de AMOR, que este nace, cómo no, de la inconsciencia...
por cierto, bienvenida...ah, habiendo leído a lo largo de un momento del día que le dices a vicente, josé, que creías que era un círclo cerrado...de eso nada.acá se admite a to quisque...por cierto, fui yo quien avisó a mónica-neogéminis de que teníamos personal nuevo...jajaja
otro medio beso.
Me alegro que te hayas decido a participar, y que José Vte. te haya ayudado con esto de los jueves. Te has animado!!! Qué bien!! El relato me ha encantado, sobre todo por el humo y las escenas nocturas alrededor de ese libro que nunca acaba, como la vida misma que se reposa sobre la noche.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Tyrma, bienvenida.
ResponderEliminarTienes buen padrino, animoso y decidido él.
Tu relato es muy cinematográfico, en blanco y negro diría yo, buenas secuencias y al final el deseo de materializar un encuentro esperado. Mientras tanto, el libro cerrado es testigo de todo...
Besos
Bienvenida Tyrma a los jueves.
ResponderEliminarMe gustó tu aportación, bien dice Alfredo relato cinematográfico. Ahi me veia yo envuelta en ese humo de cigarro. El punto, ese libro testigo de la vida.
Un abrazo.
Consigues sentarnos a observar e implicarnos, con la protagonista, el entorno, tanto que pudiera ser cualquiera que te lee... la noche encierra tantos momentos esperados o por venir...
ResponderEliminarBienvenida, espero leerte más...
Besos
Tu texto está lleno de sensaciones, visuales, emotivas, melancólicas.
ResponderEliminarMe dejé llevar en cada palabra, pude sentirlo y eso es maravilloso.
Felicidades y bienvenida!!!
Un abrazo.
Muchísimas gracias por el cálido recibimientos, y vuestros comentarios, jueveros.
ResponderEliminarVeo que todos habéis reparado en el humo y sus dibujos, un detalle que yo consideré de relleno. Me alegra que os haya gustado, y sí, me seguiréis leyendo.
Gustavo, ceo que has desmenuzado el texto, fijándote en la importancia de lo mecánico…al igual que tú, creo que gestos tan simples definen cómo es el contertulio.
Un abrazo juevero para todos.
esperándole todas la noches en duermevela, para continuar aquel paisaje que la vida les dejo en una pagina extraviada de aquel libro como un bello y exquisito poema... me encanto ...
ResponderEliminarEl libro de la vida, que lo vamos llenando cada día con nuestras experiencias y recuerdos.
ResponderEliminarTu relato tiene una poesía llena de sensaciones visuales que llenan todo el texto, y lo he sentido mucho mientras lo leía.
Bienvenida y un saludo
Esperando se nos pasan las noches y se nos va pasando la vida...
ResponderEliminarUn relato muy bello y muy poético, muy visual, te atrapa en su lectura.
Bienvenida, yo también llevo poquito en esto de los jueves pero los jueveros son todos fantásticos, maravillosos y muy buena gente.
Un beso.
Hola Tyrma. Bienvenida!
ResponderEliminarUn regreso añorado para concluir o continuar. En todo caso, una buena excusa para seguir escribiendo los jueves, los viernes, los domingos...
Un placer leerte y ver en tus letras, las escenas que bien describes.
besos
Hola amiga, bienvenida a este club bloguero juevero. Me encantó leerte y el tema que escogiste para relatarnos.
ResponderEliminarBesos
Hola Tyrma
ResponderEliminarEsta semana voy retrasadísima con los relatos de jueves, todavía me quedan unos cuantos.
Me ha encantado el tuyo, las noches solitarias atraen recuerdos y nostalgias y tu lo has descrito magníficamente. Coincido con Gus, la imagen del anillo girando en un movimiento mecánico es genial.
Un beso
Mar.
PD. Encantada de verte los jueves. Bienvenida al grupo
Un relato muy rico, un ambiente muy logrado de esa noche de soledad y de sueños, de maternidad y esperanza.
ResponderEliminarBienvenida a este círculo abierto.